Después de 6 meses "reales" de juego y más de 2 años de aventuras, la party (Ankalime, El Escudero, Gondri y Romedon) llegó hasta Verya, al sur de Kelestia. La misión era clara: aprovechando que contaban con la ayuda del invocador Eldacar, 4 grifos, 10 footmen, 10 ballesteros y 15 mercenarios del Ondorth, debían encontrar al arachnemancer-lich Khul-Ra y derrotarlo de manera definitiva. Para lograrlo confiaban tambíen en su extenso inventario: el staff de T'Luk, una essicrysta con la mente del invocador jhordi, una Kreoga Chain, la daga Nemesis con la cual Khul-Ra se había convertido, un montón de items mágicos y el P.L.A.N. de Romedon (que incluía flechas incendiarias, logística anti-lich, protección contra frío de undead, etc.).
Con la información que Eldacar consiguió sobrevolando la zona (detectó una "Red de Unlife" con nodos poderosos pero sin ninguno que se destaque y demuestre ser el lich) decidieron buscar un punto donde la contaminación del mal sea fuerte y tratar desde ahí de encontrar al enemigo. Tuvieron suerte, ya que en un poblado cubierto de telarañas y cuerpos muertos fueron atacados por una Mayor Great Spider, la cual luego de recibir más golpes de los que dio (pobre araña, rodeada y holdeada durante 1 minuto!) permitió que el invocador se conecte con la red. A pesar de lo dificil que le era aguantar la energía maligna, acercó a la party hasta el punto del bosque más maltratado, donde estaba su objetivo.
Al llegar al silencioso y deprimente centro del bosque, se entretuvieron un rato con H'Taan (las arañas spell casters servidoras de Khul-Ra). Para cuando Gondri y el Escudero terminaron con las mismas, Romedon apareció a lo lejos con un preciado tesoro: un ojo del lich. Como buen héroe que es no dudó un segundo y destruyó el órgano, despertando al lich que yacía en trance a varios metros de la party. Y comenzó la pelea.
Khul-Ra comenzó dejando ciego a Romedon para estar a mano, y luego de ver que Ankalime futilmente intentaba detener dicha magia, la dejó sin power points para asegurarse un poco de calma en sus dominios. La mystic recurrió nuevamente al viejo truco de holdear al enemigo, pero sus bajas tiradas y el poder del lich le impidieron tener éxito. Mientras tanto el Escudero y Gondri se acercaron a intentar hacerle algo de daño, pero como era de esperar las cosas salieron al revés. Al revés también salió el heat bolt de Ankalime, que sufrió su propio poder al verificar que la zona estaba cargada con un Spell Reversal.
Y así como la situación se complicó en poco tiempo, se solucionó todo de la manera más inesperada (aunque épica). Romedon, luego de comprender que un -100 por ceguera le impediría usar correctamente su arco, se acercó a tientas hasta el enemigo y con un certero golpe de la Nemesis (que aunque sea slaying, era solo una daga!) perforó al lich con un crítico 66 Slaying Super Large. Batalla final superada, y luego una corta visita del Shúkort, que cayó del cielo en una bola de fuego y los ayudó a encontrar los demás órganos para dar por cerrado el tema. Por suerte para los invocadores, esta campaña los encontró más liberados que al principio, ya que Ankalime faltó a la promesa que le hizo a Voriig Kye y liberó el staff de T'Luk, y entregó la essicrysta al Shúkort quien feliz con ver a su amigo se lo guardó en el bolsillo.
Aunque este haya sido el final de la campaña, seguramente nuevas y desafiantes misiones aguardan a estos experimentados aventureros.
Con la información que Eldacar consiguió sobrevolando la zona (detectó una "Red de Unlife" con nodos poderosos pero sin ninguno que se destaque y demuestre ser el lich) decidieron buscar un punto donde la contaminación del mal sea fuerte y tratar desde ahí de encontrar al enemigo. Tuvieron suerte, ya que en un poblado cubierto de telarañas y cuerpos muertos fueron atacados por una Mayor Great Spider, la cual luego de recibir más golpes de los que dio (pobre araña, rodeada y holdeada durante 1 minuto!) permitió que el invocador se conecte con la red. A pesar de lo dificil que le era aguantar la energía maligna, acercó a la party hasta el punto del bosque más maltratado, donde estaba su objetivo.
Al llegar al silencioso y deprimente centro del bosque, se entretuvieron un rato con H'Taan (las arañas spell casters servidoras de Khul-Ra). Para cuando Gondri y el Escudero terminaron con las mismas, Romedon apareció a lo lejos con un preciado tesoro: un ojo del lich. Como buen héroe que es no dudó un segundo y destruyó el órgano, despertando al lich que yacía en trance a varios metros de la party. Y comenzó la pelea.
Khul-Ra comenzó dejando ciego a Romedon para estar a mano, y luego de ver que Ankalime futilmente intentaba detener dicha magia, la dejó sin power points para asegurarse un poco de calma en sus dominios. La mystic recurrió nuevamente al viejo truco de holdear al enemigo, pero sus bajas tiradas y el poder del lich le impidieron tener éxito. Mientras tanto el Escudero y Gondri se acercaron a intentar hacerle algo de daño, pero como era de esperar las cosas salieron al revés. Al revés también salió el heat bolt de Ankalime, que sufrió su propio poder al verificar que la zona estaba cargada con un Spell Reversal.
Y así como la situación se complicó en poco tiempo, se solucionó todo de la manera más inesperada (aunque épica). Romedon, luego de comprender que un -100 por ceguera le impediría usar correctamente su arco, se acercó a tientas hasta el enemigo y con un certero golpe de la Nemesis (que aunque sea slaying, era solo una daga!) perforó al lich con un crítico 66 Slaying Super Large. Batalla final superada, y luego una corta visita del Shúkort, que cayó del cielo en una bola de fuego y los ayudó a encontrar los demás órganos para dar por cerrado el tema. Por suerte para los invocadores, esta campaña los encontró más liberados que al principio, ya que Ankalime faltó a la promesa que le hizo a Voriig Kye y liberó el staff de T'Luk, y entregó la essicrysta al Shúkort quien feliz con ver a su amigo se lo guardó en el bolsillo.
Aunque este haya sido el final de la campaña, seguramente nuevas y desafiantes misiones aguardan a estos experimentados aventureros.
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