Thursday, April 23, 2009

A Ballroom Party

En esta oportunidad, la historia quiso separar a los protagonistas. Al llegar a sus respectivas moradas luego de encontrar los Tesoros de Malcolm que Oranir les había asignado, Okku, Safiya y Uri Gan recibieron una carta con el sello de la orden, en el cual les ofrecían un reconocimiento por sus logros. El runemage recibió un enorme libro de runas para estudiar, a la seer le tocó participar de un encuentro de intercambio cultural con las tribus del bosque Gufu (organizado por la Alianza Mercantil) y el magent obtuvo un mapa con indicaciones de donde y cuando "recuperar" unas varas metálicas, en nombre de la Drakla Oranir.
A pesar de algunas sospechas iniciales, todos aceptaron el camino que tenían delante. Esto duró hasta que fueron arrancados de la mentira por el mismísimo Oranir, quien luego de 2 meses de buscarlos había logrado encontrarlos y reunirlos nuevamente. Según les hizo saber, "alguien estaba tramando algo" en contra del reino, y por ello habían realizado maniobras varias para separar y alejar de la ciudad capital a los poseedores de los tesoros.
Su única pista con respecto a lo que se planeaba eran los 2 miembros de Guugac Demik (veneno de los pensamientos) que no habían regresado de investigar una reunión que se realizaría en 2 semanas en la mansión del Oranaalk, Acmuul Dusdu.
Por otra parte, le hizo saber a Uri que las varas que estaba coleccionando servían para generar un llamado/invitación a todo undead en millas a la redonda, y quizás parte del plan de sus enemigos implicaba el uso de las mismas. Para evitar mayores roces con el Thesian, Oranir le permitió conservar 7 de las 8 varas, con la condición de que las guarde en un lugar seguro. La octava quedaría en la guarida del supervisor.
Como la intención de Oranir era enviar a todos sus "supervisados" a la reunión (también llamada fiesta) a investigar, decidió que sobre todo por la falta de etiqueta que Okku mostraba, debía asignarles la ayuda de Vortax. Así fue que se encontraron frente a un fantasma gris, de elegante smoking ectoplásmico, chivita también elegante, y un registro de voz que quebraría las copas durante un brindis.
Armado con la emoción de poder asistir a los aventureros en lo que era su especialidad, Vortax los guió hasta la más grande tienda de ropa del reino, donde por tan sólo 10 gold por persona, obtuvieron diversos y prácticos trajes a medida. Durante este evento fue que por primera vez vieron a Okku fuera de su túnica sucia: un humano de estatura mucho menor a lo pensado, envuelto en elegante traje para la fiesta.
Luego de obtenido el atuendo, sólo quedaba un detalle: decidir como entrar. El plan más completo salió de boca del runemage: CAVAR UN TUNEL! Decididos a hacer un mejor uso de sus compras, la seer y el magent siguieron pensando alternativas que les permitan entrar por la puerta grande. Luego de buscar documentación, analizar sus posibilidades usando sus poderes, y 2 días de debate, la aventura se vió interrumpida por la vida real.
El único detalle que no se debe omitir es que Okku, a pesar de sus reconocidas limitaciones mentales, obtuvo lo que otros no pudieron, de boca de otros invitados, los dueños del local de ropa: no hay invitaciones a la fiesta.

Monday, April 20, 2009

Uri Gan

Gan y Bur eran hermanos. Vivir en el bosque sin sus padres no les fue fácil, pero desde que pudieron valerse por si mismos habian abandonado a su tribu para mantenerse más cerca de la ciudad. Siempre había algún viajero distraído, el cual en caso de descubrirlos cuando se acercaban a robar asumía que eran unos niños perdidos en el bosque, con sus ropas gastadas y sus padres desaparecidos. Más de una vez las trágicas historias que Gan contaba a sus víctimas les habían conseguido ropa, techo y comida a él y a su hermano por días, hasta que se aburrían y partían llevándose cuanto objeto valioso pudiesen encontrar.
Simogatu fue una víctima distinta. Un hombre extremadamente agradable, que tal vez no fue encontrado por los hermanos, tal vez fue a su encuentro. El problema para Gan llegó cuando Bur se aburrió y le sugirió abandoar a Simogatu. Bur no veía más que otro pobre medio elfo, ostentando sus riquezas y su posición en la ciudad (aunque, ¿que era exactamente lo que hacía para que tanta gente diversa viniese a visitarlo siempre con urgencia?). Para Gan la situación era otra, ya que le costaba cada día más alejarse de una casa llena de habitaciones secretas, de una biblioteca llena de historias de grandes estafadores, de un hombre que parecía saber infinitas cosas y que estaba dispuesto a compartirlas, si tan sólo se quedaban un poco más.
Finalmente la intriga pudo más. La vida con Simogatu había cambiado a Gan, o al menos eso es lo que Bur le dijo el día que partió sin su hermano, nuevamente al bosque. Y fue lo último que supo de él. Con su compromiso establecido, las cosas cambiaron un poco en la mansión. Más allá de que el afecto del hombre por su invitado (ahora permanente) fue haciéndose más evidente, comenzó para el joven un período de entrenamiento . Las visitas ya no eran recibidas en privado, sino que Gan pudo participar de las reuniones donde se acordaban fuertes sumas de dinero por averiguación de información confidencial, intimidación de las autoridades, publicación de datos falsos, entre otros. Más aún, con la ayuda de su discípulo, el "negocio" creció tanto que a veces Gan se encargaba sin ayuda de cumplir los pedidos.
Gan ansiaba el momento en que su maestro le confirmase que había aprendido todo lo que tenía para enseñar. Necesitaba escuchar que podía irse, que podía tener una vida propia, libre del compromiso a su maestro. Pero los años pasaban y el momento no llegaba. Ocultando lo mejor posible su creciente desesperación, Gan consiguió usar una misión fallida para que Simogatu fuese muerto (¿podrían decir que él fue culpable aún si no fue con sus manos?).
El primer instinto fue correr, alejarse. Pero todavía existían habitaciones prohibidas, lugares sospechosos, cajones que evidentemente tenían un doble fondo. Entre estos recovecos lo encontró: una pila de cartas de la Drakla Oranir donde se felicitaba a Simogatu por su excelente trabajo como Guugac Demik. Pero también hablaban de la necesidad de emancipar a su aprendiz, de permitirle tomar misiones por su cuenta, de la falta de respuesta a las cartas anteriores con dicho pedido. Y la última, que no estaba entre las cosas viejas, sino que llegó después de la "partida" del maestro. Una carta de la Drakla Oranir, dirigida directamente a Gan, instando a que los visite para ser aceptado entre los Guugac Demik. Esto tomó a Gan por sorpresa. ¿Debía acercarse a la orden? ¿Les daría la noticia? ¿Usaría las credenciales falsas para hacerse pasar por otra perona? ¿Por el mismísimo Simogatu?

A Field Trip - Continuación

Ahora que tenían el poder del primer Tesoro de Malcolm, Okku, Safiya y Uri se dispusieron a continuar con sus objetivos. Para ello acordaron descansar bien luego de una buena cena en una posada de repetidas mozas. Ayudando a equipar a la party para la próxima aventura, Safiya usó sus entrenada capacidad para transmitir sus intenciones mediante señas, y logró que en vez de comida, le vendan los utensillos de la cocina de la panadería.
De acuerdo a la información provista por Okku, la runa que llevaba al Domador de Gárgolas requería activarla en la puerta de la ciudad con el ruido de las campanas del mediodía. Lo que no sabían es que Okku había entendido totalmente al revés la inscripción, ya que la idea era activarla al atardecer, y fuera del alcance del ruido de las campanas. El resultado implicó que aparezcan en el medio de un pantano, levemente alejados del destino original, y en el momento preciso en que todos los cocodrilos de la zona salían a almorzar. Safiya reiteró la técnica de intuir el futuro, con lo que pudo advertir que estaba la posibilidad de caer al agua. Okku evitó esto preparando de antemano una runa con Leaving, mientras que los demás confiaron correctamente en sus habilidades para saltar.
Aunque evitaron hundirse en el pantano, quedaba el problema de los cocodrilos. Safiya siguió a Uri a la cima de un arbol, pero Okku decidió alejarse para dividir a los enemigos. Luego, para "ayudar" a sus compañeros, invocó una pared de tierra en el medio de la distancia que lo separaba del árbol, con la intención de que la seer y el magent puedan saltar a la misma.
Lo que el runemage seguramente no imaginó es que su plan, luego de una inicial desconfianza, generaría un caos mayor. Safiya saltó, pero cayó pasando la pared. Uri la siguió, pero cayó antes de pasar la pared. Con un cocodrilo para cada uno, Okku se fue moviendo para ayudarlos, a pesar de que su fallidos intentos de calmar a uno de sus enemigos lo había dejado muy aturdido. Safiya consiguió aguantar haciendo uso de las semillas mágicas de curación. Uri en cambio fue derrotado y comido, pero luego se recuperó por completo y con su compañero runemage haciéndose cargo de la pelea. Continuando con su cruzada salvadora, Okku también asistió a Safiya.
Reunidos y totalmente curados, los 3 futuros poseedores de los tesoros encontraron el lecho del río al cual se dirigían originalmente. Con sus agudos sentidos de la percepción siguieron el rastro que salía del agua y llegaba hasta una laguna cercana. En la misma vieron como un pequeño lagarto nadaba con un cinturón metálico a su alrededor, aparentemente encerrado. Como la criatura se escondió en una grieta dentro de la laguna, Safiya intentó asustarla golpeando sobre la tierra, mientras que Okku optó por un enfoque más directo, y usando su magia de tierra cavó hasta llegar a la guarida del lagarto. Sin lugar a donde escapar, se dejó agarrar (luego de un calm del runemage que terminó de asegurarles la victoria). A partir del momento en que se colocó el cinturón, Okku obtuvo el poder para invocar piedras en su defensa, así como telekinesis sobre la tierra circundante.

Ya de regreso, y con sólo un tesoro pendiente, se dirigieron a la torre de alquimia de canalización. Según la interpretación realizada, debían activar la última runa en la cima de la misma en el momento en que aparecen las estrellas en el cielo.
Aunque la puerta estaba cerrada, Uri no tardó demasiado en cambiar la situación. Una vez adentro recorrieron los pisos en desnivel de la torre, repletos de obras de dudoso arte, y varios receptáculos que no pudieron comprender. Al terminar los escalonados cuartos artísticos pudieron observar una misteriosa puerta cubierta de símbolos, y una red que según Uri servía para frenar la caída de quien intente abrir la puerta sin conocer la manera correcta. Para sustentar su teoría, un cuerpo chamuscado y muerto descansaba sobre la misma. Una vez que entendieron que la puerta no se abría con la mano, sino apoyando sus cabezas, lograron pasar al cuarto siguiente, donde los esperaban unos negros ascensores mágicos que funcionaron sólo luego de que se ubicaran uno en cada uno, y una de sus mochilas en el que quedaba libre.
Al llegar al lugar buscado, y con una concisa indicación por parte de Safiya, activaron el portal en el momento exacto. Para sorpresa de todos, el portal simplemente apagó las luces del lugar, y los teletransportó a la base de la torre. En la oscuridad reinante, una luz llamaba la atención detrás de un cuadro. Así fue como la seer encontró la Estrella Fuera del Horizonte, un collar que le permite desconectar su mente de su cuerpo, para viajar y recorrer sus alrededores.