Desconociendo la opinión de la Drakla Oranir sobre el resultado de su misión anterior, Okku y Safiya fueron invitados al palacio para escuchar directamente de la boca de los encapuchados una evaluación de lo sucedido. A la vez, Uri (conocidos por otros como Gann) se encontró en el palacio por sus propias razones, pero invitado al mismo evento. Si bien este último apenas conocía de vista a quienes pasarán a ser sus inseparables compañeros, los tres fueron unidos frente a un cristal hexagonal rojo en una pared (réplica de la KyraGem, según pensamientos de Okku).
La gema se hundió en la pared, dando lugar a un pasillo profundo, el cual recorrieron hasta llegar a una caverna dentro del palacio. Allí los esperaban los 13 miembros de la orden escarlata. Pero de 13 pasaron a sólo 1, ya que frente a los atónitos ojos de los jóvenes aprendices, se fusionaron sus capas y pieles, manos y desconocidas cabezas, todo en un enorme dragón rojo, de metálicas escamas rojas. Oranir se hizo llamar, supervisor de la gente del reino.
Para seguirlos sorprendiendo, Oranir les detalló un plan, sospechosamente bondadoso a criterio del magent, que implicaba darles la ubicación de 3 Tesoros de Malcolm, específicamente pensados para potenciar sus habilidades. Más aún, les darían 10 monedas de oro, semillas Iirm Deramiis y runas para llevarlos cerca de sus destinos. Sólo 2 complicaciones parecían hacerle sombra a tamaña oferta. Por un lado, todo habitante del reino era un potencial competidor por los artefactos, ya que habían sido seleccionados aquellos con potencial de defender a la ciudad ante el inminente peligro detectado por el dragón. Como hay más elegidos que Tesoros, eran altas las posibilidades de encontrarse con alguien con su mismo objetivo. Además, las runas tenían su destino conectado con un momento y lugar para ser activadas. Cuanto más lejos y a destiempo sean activadas, peor será la ubicación a la que llegarán.
Los Tesoros prometidos fueron:
- Para el magent Uri "La Máscara del Predador", custodiada por El Lagarto Que No Debe Ser, oculta dentro de uno de un huevo falso entre los de sus crías.
- Para el runemage Okku "El Domador de Gárgolas", sumergido en lo profundo del Desdisaams, pero recientemente realocado a una locación cercana aunque desconocida.
- Para la seer Safiya "La Estrella Fuera del Horizonte", resguardada en la torre de un fallecido mago de confianza del reino.
Lo primero que decidieron hacer fue ir en busca de la máscara. La runa decía, según Okku, que debían abrir el portal al mediodía junto a una fuente de la plaza. Safiya indicó momento y lugar exacto, pero ante la duda usó su spell de Intuitions para ver que pasaría si cruzaban el portal. Su visión indicó dolores varios en el cuerpo, aparentemente por una caída. Prevenida por la magia, advirtió con señas al magent del peligro latente de la gravedad. Okku no se quedó a escuchar, y cayó 10 metros de cara al piso del bosque. Uri cayó preparado, y una correcta maniobra acrobática lo salvó de todo dolor. Safiya también intentó la acrobacia, pero no consiguió evitar golpearse la pierna, tal como había sucedido en su visión.
Avanzaron hacia las cuevas donde esperaban encontrar su premio, cuando, a pesar del cuidado que habían tenido de esparcirse y detectar presencias, Uri recibió un dagazo de sorpresa, y saltó a buscar la cobertura de los árboles. Entre las ramas superiores de un enorme árbol, pudieron ver a un Thesian, muy malherido, portando una misteriosa máscara que le permitió volverse invisible, y además frenó todo intento de Uri de atacarlo con flechas. Mientras tanto, el magent volvió a recibir algunos débiles ataque de parte del desconocido. Okku y Safiya optaron por atacar repetidas veces la base del árbol, con la esperanza de moverlo lo suficiente como para desbalancear a su oponente. A pesar de un hombrazo, un martillazo, y un hachazo, el gigante de madera no se inmutó, y finalmente las heridas del Thesian lo llevaron a caer desangrado. Mientras Okku separaba en partes el cuerpo para darle un entierro ritual, Uri obtuvo para sí lo que había ido a buscar: La Máscara del Predador. Con la misma podía ver fuentes de calor, volverse invisible, y cubrirse con una energía que lo hacía más resistente y silencioso.
Siguiendo el rastro de sangre de su atacante, encontraron la cueva exacta en la que residía el Lagarto Que No Debe Ser. Para suerte de los aventureros la criatura no estaba en casa, y pudieron ingresar para encontrar restos de animales, brazos y piernas humanas (sospechosamente con la misma vestimenta que el desconocido). Para cuando apareció el animal, su alarido los alertó y, gracias a la aguda percepción de la seer, pudieron encontrar un camino interno que les permitió salir sin enfrentamiento. Usando los poderes de la máscara, el magent no salió con las manos vacías, ya que recuperó un arco roto que se encontraba en el fondo de la cueva.
Cansados pero victoriosos, emprendieron el regreso. Dos días de caminata por el bosque, buscando comida pero encontrando sólo un ciervo (quemado por el runemage en su intento de cocinarlo), y finalmente intentando interactuar sin éxito con los habitantes del bosque (que se encontraban en medio de un ritual de ofrenda a la naturaleza), para llegar a la capital del reino de Arlandia.
Monday, March 30, 2009
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